Un nobel para la guerra
Al presidente de los Estados Unidos le dieron un premio, una medalla que está reservada a los grandes pensadores y sobre todo a aquellas personas que ha dedicado y dedican su vida a la búsqueda de la paz.
Está claro que el señor Obama, no es Bush, pero aparte del color de piel en su política exterior no hay mucha diferencia, mantiene la prisión inhumana de Guantánamo (y nadie sabe cuántas copias sin nombre repartidas por el mundo), continua la ocupación de Irak (ampliando los plazos cada poco tiempo) y sigue apostando por la desestabilización de Oriente Próximo, apoyando una guerra mal llevada en Afganistán y por encima de todo apoyando (por acción e inacción) a un estado cuyos principales líderes son merecedores de estar ante el tribunal penal internacional.
Estos días nos demuestra una vez más al no condenar los asesinatos y secuestros de pacifistas llevados acabo por los grupos de mercenarios, perdón, militares israelíes.
Para el año 2011 se rumorea que Lula está preparando su postulado para el desprestigiado premio. Su estandarte serán sus negociaciones con Iran para el tema de lo nuclear. Negociaciones que en Washinton no han sentado muy bien, incluso Hillary Clinton llegó a decir que estas negociaciones hacían “que el mundo sea mas peligroso”.
Nobel, quien creó estos premios por el cargo de conciencia que le quedó con su invento de la dinamita y el mal que producía. Seguramente esté en su tumba preguntándose si debería ir creando una nueva categoría, el nobel de la guerra, para poder darle a Obama el premio que realmente se merece.